A prisión cuatro oficiales del Ministerio del Interior en Cuba
Cuatro oficiales fueron acusados de robo y venta de información altamente clasificada. El hecho fue perpetrado en la oficina secreta del Ministerio del Interior (MININT) el año 2016.
Juan Juan Almeida, periodista de MartiNoticias, revela que la petición fiscal promedio para estos militares, despojados de sus grados, sobrepasa los 100 años de prisión.
Entre los cargos que se les imputan sobresale “alta traición a la patria”, “robo y venta de material clasificado a gobiernos extranjeros” y “difundir predicciones maliciosas tendentes a causar descontento entre altos mandos militares”, agrega la fuente.
Se trataría del coronel Carlos Emilio Monsanto, condenado a 37 años de privación de libertad y los mayores Jorge Emilio Pérez y Ernesto Villamontes, sancionados a 30 años de privación de libertad.
Completan la lista varios cómplices, un posible “autor intelectual” y un alto oficial de tropas guardafronteras, del cual solo se conoce su nombre «Román» y la pena aplicada de 22 años de privación de libertad.
Almeida, al parecer con algunas conexiones en la Isla, añade en su información que un individuo o grupo no identificado “había entrado al depósito donde se guardan chismes ultra secretos y desvalijó una importante base de datos con información privilegiada.”
Se presume que lo recolectado pudiera comprometer a dirigentes y familiares de dirigentes cubanos, intelectuales, diplomáticos, empresarios e incluso políticos importantes de varios países; involucrados en lavado de dinero y blanqueo de capital.
El proceso judicial a estos oficiales del MININT permanece en total silencio. El 31 de marzo del pasado año, Almeida publicó una nota sobre el general de división Carlos Fernández Gondín, quien sufriera una isquemia tras conocer este “ataque cibernético”.
Gondín, por entonces Ministro del Interior, murió “a causa de complicaciones de una enfermedad crónica que padecía”, de acuerdo a una nota divulgada el 7 de enero de 2017 por el sitio Cubadebate.
La verdad es que el general tuvo un ataque de furia y luego una isquemia que le provocaría la muerte.
Los cuatro oficiales expatriaron capital cubano a través de una serie de operaciones de dudosa coherencia comercial.
Con ese dinero “tratarían de convencer y/o chantajear a otros altos oficiales y dirigentes del partido para, aprovechando el vacío de poder, estimular la insatisfacción dentro de las filas castrenses”, concluye la fuente.
* con información y fotografía de Martinoticias