Irse de Cuba en tabla de vela o en una caja de madera. 9 travesías de película (+videos)
Irse de Cuba fue el empeño de tres polizontes cubanos que, en mayo de 2016, llegaron a Estados Unidos en un buque de carga.
En ese barco regresaba parte del equipo de filmación de la película “Rápido y furioso” y hay quien piense si es esta la única escapada espectacular desde la Isla.
Aquellos cubanos fueron descubiertos al interior del barco que ancló al sur de la Florida. Ellos pudieron quedarse en el país norteño, gracias a la política de “pies secos/pies mojados”, eliminada por el presidente Barack Obama.
Pero, ¿es acaso esta la más singular de las fugas en busca del llamado “sueño americano”? La respuesta es No. Cuba Trendings te resume algunas:
24 de agosto de 2004: Sandra de los Santos llegó a Miami luego de enviarse ella misma en una caja de madera desde Bahamas. La joven estuvo seis horas dentro del “paquete postal” que fue enviado por DHL desde Nassau. Ahorró cuatro años para hacer esta travesía.
21 de febrero de 2014: El cubano Jorge Armando Martínez, natural de Santa Fe, decidió irse de Cuba y cruzó el Caribe con solo diez caramelos, una botella de agua y una brújula. Aprendió windsurfing, pero se dedicaba a la Informática. Durante 9 meses entrenó. Calculó que su viaje podría ser de 7 a 8 horas, pero se convirtió en una odisea de 4 días. Llegó a Cayo Marquesa, en La Florida encima de su tabla de surf.
30 de junio de 2012: Yulian Fundora, cruzó el Estrecho de la Florida en una moto acuática adaptada para el trayecto. Lo hizo junto a cuatro amigos. Para guiarse llevaban 2 GPS que se compraron en Cuba. Uno de ellos le costó 10 mil pesos a Yulian. El trayecto duró siete horas.
18 de Febrero de 2014: Henry Vergara Negrín llegó a Cayo Hueso, Estados Unidos en una tabla de vela. Lo hizo junto a otros dos cubanos desde Jibacoa, cerca de la Habana. Llegó después de 9 horas. Iba con una mochila, donde llevaba una botella de agua de litro y medio y un teléfono celular con aplicación GPS. Empeoró el tiempo y dejó de ver a sus amigos en el mar.
4 de junio de 1969: Un avión de la aerolínea española Iberia salió desde La Habana hasta España con 143 pasajeros a bordo. En el compartimento del tren de aterrizaje del DC-8 iban dos cubanos, Armando Socarrás Ramírez, de 17 años, y Jorge Pérez Blanco de 16. El primero llegó medio muerto de frío, el otro no lo consiguió. Fueron 9 horas de vuelo, bajas temperaturas y falta de oxígeno a 8.800 m de altitud. Según los médicos, Socarras sobrevivió por “hibernación humana”.
#OnThisDay in #aviation: 1969: Armando Socarras Ramirez survives a 9 hr flight in the wheel well of an #Iberia DC-8https://t.co/a6h6ONTXyR pic.twitter.com/xPSNFXZpAi
— 🌏 Pixie P ✈ (@ThePixiePress) June 4, 2017
29 de abril de 1991: un joven de 29 años fue polizón en un vuelo de Iberia. Lo hizo en la bodega de la aeronave. Antes permaneció dos días en un contenedor de maletas. Llegó milagrosamente vivo al aeropuerto de Barajas, en Madrid. Otros murieron en el intento, como reseña el siguiente video.
10 de diciembre del 2002: esta vez el destino fue Canadá. Un cubano de 20 años hizo el trayecto desde La Habana hasta Montreal en el compartimiento delantero de un avión DC-10. Otras versiones periodísticas dijeron que había viajado en el tren de aterrizaje del avión, abrazado a un caño de calefacción. La agencia Reuters citó declaraciones del polizón: “Mis pensamientos eran que necesitaba llegar a Canadá y sobrevivir. A veces me faltó oxígeno. Hacía mucho frío.”
15 de Julio de 2003: Doce cubanos se aventuraron a partir hacia Estados Unidos y fueron interceptados a 14 millas de cayo Isla Morada. Viajaban en un Chevrolet del año 1951, convertido en barco. Los llamados “camionautas” no pudieron llegar a destino y fueron deportados.

Abril 2016: este último caso no tiene nada de singular en cuanto a embarcación. Se trata de 26 cubanos que llegaron a la Florida luego de 30 horas de trayecto desde un punto de Guanabo, al este de La Habana. Lo peculiar de la historia es que en el viaje venían dos policías uniformados que, incluso, colaboraron en la construcción de la balsa.
En todas estas historias, y en otras no mencionadas debido a su trágico desenlace, predominan varios factores: el riesgo para la vida, el medio de transporte y lo peligroso de la travesía.
Luego de este curioso y abarcador inventario, queda demostrado que aquel trío de polizontes cubanos que decidieron irse de Cuba y llegaron a Estados Unidos con parte del equipo de “Rápido y furioso”, no son los únicos que escaparon de la Isla de manera tan extremedamente «creativa».
Ellos pudieron hacer el cuento. Otros no.
* Escrito por Kike Perdomo corresponsales@cubatrendings.com